La empresa estadounidense tiene contratos con lingüistas repartidos por todo el mundo para desarrollar el asistente, en cuanto a idiomas. Precisamente fue uno de estos trabajadores quien denunció estas prácticas de escuchas y filtró algunos fragmentos a VRT NWS. Muchas conversaciones se graban involuntariamente, ya que, cuando alguien dice algo parecido a «Okay Google», Google Home comienza a grabar.
Asimismo expresaron que los archivos de voz contenían «direcciones y otra información confidencial» de los clientes. Pese a que desde el gigante tecnológico desvinculan los audios de los usuarios a los que pertenecen, a menudo los empleados, al no entender lo que oyen, buscan «cada palabra, dirección o nombre» de la personas que lo utiliza. «A menudo descubren la identidad de la persona», aseveraron.