Pocos productos son tan populares y consumidos a diario como el café. En cambio, y a pesar de ello, casi con total seguridad se puede afirmar que únicamente un grupo reducido de personas conoce realmente la cultura que se esconde detrás y todo el conocimiento que se necesita para ofrecer un café de calidad.
Fundado en 2021, Filantrópico está revolucionando el sector. La marca, alejada del comercio particular y los envíos, debido a su objetivo de cuidar el planeta, cuenta con más de 25 empresas a las que suministran este ingrediente tan necesario en la vida de tantas personas.
El equipo de Contact Center Hub pudo reunirse con Filantrópico, nombre proveniente de la unión entre ‘filantropía’, tendencia a procurar el bien de las personas de forma desinteresada, y ‘trópico’, localización en la que se cultiva esta materia prima, para conocer con mayor detalle la labor social que realizan, cómo afrontan sus planes futuros y qué lugar tan especial ocupan en un mercado tan competitivo.
Javier Sanz Martín, fundador de la marca, nos describió todas y cada una de las características que hacen única esta manera de vivir en torno al café.
Filantrópico: Unas condiciones de vida mejores en un planeta sano
Filantrópico realiza una apuesta muy fuerte por los valores sostenibles, tanto a la hora de cuidar el planeta, como a las personas. En palabras de su fundador, nunca les ha importado invertir un presupuesto mayor con el fin de conseguir una calidad sobresaliente, al mismo tiempo que garantizan unas condiciones laborales de sus caficultores a la altura.
«Nuestra diferenciación no es únicamente que hacemos mejor café que nuestra competencia. Es así porque cuidamos mucho su calidad y nunca nos ha importado invertir más en ello, pero sobre todo trabajamos la sostenibilidad hasta el extremo», apunta Sanz.
El café de Filantrópico está cultivado en la sombra de la selva, sin deforestarla, por lo que tiene menos CO2 y permite conservar estos enclaves, los cuales no hace falta mencionar que son importantísimas para el planeta. Además, los representantes de la marca afirman que también trabajan con programas de reforestación o de recuperación de fauna y flora.
Hay 26 millones de familias que cultivan café en el mundo
Javier Sanz, fundador de Filantrópico
y realmente no viven de él, sino que malviven
«Más allá de nuestras maquinas automatizadas, en estos microcultivos apoyamos a los pequeños caficultores. Hay 26 millones de familias que cultivan café en el mundo y realmente no viven de él, sino que malviven. Muchas de ellas se ven forzadas a emigrar, incluso de forma ilegal a Estados Unidos, por ejemplo, lo que genera comunidades desestructuradas», apunta su fundador. «Para evitar este problema nuestra propuesta es pagar más mercado, comprarles de forma recurrente y formarles para que consigan un cultivo de mejor calidad por el que puedan sacar mayor partido».
Lucha contra la huella de carbono en España
Filantrópico huye de las emisiones de CO2. La marca sirve sus productos a sus clientes mediante viajes a pie o en transporte público, con envases reutilizables. Depositan los envases llenos y recogen los vacíos para su reutilización.
«Por muy bueno y social que sea nuestro café, venderlo a particulares se aleja de nuestro valor de sostenibilidad. Al enviarlo la huella de carbono sería tal que no es coherente con nuestra filosofía. Lo ideal sería que compraras el café que hayan tostado debajo de tu casa, facilitando que la huella de carbono sea mínima. Además, no podríamos enviar el envase reutilizable, por lo que tendríamos que usar una bolsa de plástico que genera residuos. Por ello descartamos la venta online y la venta a particulares y nos centramos únicamente en nuestras empresas y a los trabajadores de estas».
Inclusión de personas vulnerables
Al igual que con su apuesta por la sostenibilidad, el modelo de negocio de Filantrópico también resulta muy diferenciador del resto de su competencia ya que se trata de una empresa social sin ánimo de lucro. «Anteponemos el bien común, social y el cuidado del planeta a todo lo demás, pero sin dejar de ser rentables, es decir, poder escalar el modelo y generar un impacto mayor».
Anteponemos el bien común, social y el cuidado
Javier Sanz, fundador de Filantrópico
del planeta a todo lo demás
Los socios que se incorporan al organigrama lo hacen mediante un modelo de empresa social. Por lo tanto, recuperan su inversión cuando llega el momento, pero no obtienen ingresos durante el proceso.
Del mismo modo, «para que no haya ni trampa ni cartón», los sueldos de todos los empleados de la marca están limitados. “Todos nosotros sabemos que no trabajamos para hacernos ricos y eso te aporta mucha tranquilidad”.
Por otro lado, el pilar fundamental de la compañía es la inclusión de personas con discapacidad intelectual y mujeres en riesgo de exclusión social. En el primer caso la marca considera que no deben trabajar una jornada completa, por lo que se encuentran en un horario de tres horas, ampliable a cuatro, ya que requieren otro tipo de necesidades diarias y condiciones de vida a las que Filantrópico se adapta.
Un futuro repleto de cafeterías inclusivas
Por último, el equipo de Filantrópico nos comentó sus planes de futuro, los cuales pasan por crear una línea de negocio con cafeterías inclusivas, con un modelo más similar al de franquicia, que serán atendidas por grupos mixtos de mujeres en riesgo de exclusión y personas con discapacidad intelectual.
El objetivo a medio plazo de la marca es inaugurar abrir la primera cafetería con estas características para que sea un piloto y posteriormente analizar si el proyecto funciona correctamente, para intentar expandirlo. Desde Filantrópico lo tienen claro: la formación de los empleados jugará un papel fundamental en todo este proceso.
