«Ya está todo inventado, lo único que cambia es la forma de contarlo«. Alguien dijo una vez esta frase que se quedó reflejada en mi mente. Parece que queremos comernos el mundo y descubrir algo nuevo que haga temblar el universo. Y a veces ocurre, o al menos, hacemos que ocurra. La imaginación no tiene límites y esto se ve reflejado en la innovación constante que nos rodea.
El universo digital ha revolucionado nuestra manera de ver el mundo. Las redes sociales han hecho eco en la autoestima de muchas personas. Con la posibilidad de compartir nuestro día a día a un público desconocido, la privacidad juega ahora un papel distinto al que conocíamos. Aunque esto no tiene por qué ser peyorativo, siempre y cuando lo veamos como una herramienta de impulso.
De hecho, el sentimiento de orgullo no es algo novedoso en las generaciones actuales. A lo largo de la historia, las personas han luchado por su imagen. Ya en la Biblia, la palabra «honra» tenía el significado de «gloria», más asemejado al respeto y admiración externo. Con el tiempo, el concepto ha evolucionado sin perder la esencia que nos caracteriza a las personas. Queremos hacer las cosas bien, ser reconocidas por nuestras virtudes e impulsarnos a un mundo que genera ideas constantes a través de la imaginación.
En pleno siglo XXI, la población sigue con los mismos estándares y en búsqueda del reconocimiento. Aunque ha cambiado el camino a seguir para conseguirlo. Potenciar tu imagen personal siempre ha sido complejo, pero en la era digital que vivimos, existen herramientas que nos ayudan a conseguir nuestra meta mientras recorremos un camino incierto y divertido al mismo tiempo. Sino, que se lo digan a Mayte García Caneiro, que lleva varios años orientando a aquellas personas que desean nutrirse a sí mismas. Especialmente a la llamada Generación X que está en pleno proceso de reinvención personal.
Para conocer su punto de vista, desde Contact Center Hub hemos querido conocer su experiencia en este mundo de influencia reñida. Con especial hincapié en las redes sociales, la herramienta más común entre los profesionales, Mayte analiza cómo potenciar tu imagen personal en la era que nos ha tocado vivir y cuáles son los pasos a seguir para conseguirlo.
1. Las redes sociales han cambiado el concepto que teníamos de «influencia». ¿Qué le dirías a una persona que espera impulsar su marca personal a través de ellas?
En primer lugar que se tome su tiempo para hacerlo bien, para ir paso a paso con paciencia y disfrutando del camino, que empieza por el autoconocimiento. Los pilares de la marca personal son la autenticidad, la transparencia y la visibilidad.
Sin realizar primero ese trabajo profundo, serio y coherente de autoconocimiento, no es fácil mostrar tu autenticidad, tu verdad de un modo esencial.
2. ¿Es necesario estar en todas las redes sociales para potenciar tu imagen?
No. Las redes sociales son un instrumento, un vehículo para comunicarte con tu público objetivo, con esas personas a las que quieres llegar, con las que quieres interactuar. Dependiendo de tu objetivo profesional, de tu aportación, del servicio que ofrezcas y por supuesto, de tu público, debes diseñar tu estrategia de visibilidad, y en ella, no tienen necesariamente por qué incluirse todas las redes sociales.
3. ¿Se puede potenciar tu imagen personal actualmente sin la ayuda de las redes sociales?
Creo que las redes sociales, como he dicho anteriormente, son un instrumento muy potente actualmente, un altavoz muy potente, que te permite ampliar tu audiencia, pero siguen existiendo otros medios para darte a conocer. Recojo mi respuesta anterior. Depende mucho de la persona, de su objetivo profesional, sus servicios, su público.
4. ¿Qué otros factores hacen falta, además de las redes sociales, para ser un buen impulsor de tu imagen personal? ¿Cómo afectan las relaciones y vínculos que creas?
Desde que te levantas por la mañana estás marcando una diferencia. Marcas a la persona a la que le compras el pan o la carne o la ropa; dejas una huella en cada uno de tus actos, en la manera que tienes de comunicarte con los demás. Marcas a tus compañeros de trabajo, a tus jefes o a tus empleados. Comunicas incluso cuando crees que no lo haces y todo ello deja en el otro una impronta, una huella que te va definiendo.
Es muy importante que sepas precisamente qué huella estás dejando en los demás en tus relaciones tanto personales como virtuales.
5. ¿Dónde recomendarías empezar a buscar tu nicho para enfocarte en él? ¿Qué acciones y estrategias son importantes llevar a cabo al principio?
Tu nicho tiene que ver mucho contigo y por eso al principio insistía tanto en el autoconocimiento, clave y básico para trabajar seriamente la marca personal. Cuanto mejor sepas lo que te gusta, lo que haces bien, lo que te apasiona, más fácil te resultará encontrar ese nicho, para que fluya de un modo natural.
A partir de ahí, de ese descubrimiento de lo que te hace diferente, de tu valor añadido, de lo que te gusta y se te da bien, unido a lo que «el mundo necesita», a cubrir una necesidad real, es una cuestión de ponerse en acción.
Siempre digo que es de valientes levantar la mano y pedir ayuda. Creo que llega un momento en el que las personas deben pedir ayuda de profesionales que les acompañen en este camino.
6. ¿Existe la competencia entre perfiles que impulsan su marca personal? ¿Cómo la enfrentas?
Claro que existe competencia, pero es que yo creo que la competencia es parte de la vida. No la veo como una amenaza sino como una oportunidad de seguir mejorando y creciendo, aprendiendo e inspirándote gracias a otros.
Al final puedes competir en lo que haces, pero no en lo que eres, y ahí es donde radica la verdadera riqueza de la marca personal. Muchos nos podemos dedicar a hacer lo mismo, pero cada uno lo hace de un modo diferente, el que le marca su propia marca.
Lo enfrento desde la aceptación de que es lo que hay, con naturalidad, con ilusión, evitando la resistencia y gestionando las emociones desadaptativas.
