Vivimos en una era digital en la que Internet abarca absolutamente todo y la pandemia aceleró los cambios venideros en los próximos años, lo cual ha supuesto grandes retos para diferentes sectores. El retail es un ejemplo muy claro de esta situación, ya que a pesar de que la gente siga comprando en las tiendas físicas, la experiencia de compra es totalmente diferente a etapas anteriores.
El big data, las innovaciones en el punto de venta o el B2B son son novedades que el sector ya ha integrado. Y es que este debe adaptarse a unos tiempos en los que la pandemia aceleró el comercio electrónico masivamente. Un dato que plasma El Confidencial clarifica esta situación a la perfección: el comercio electrónico amasó 57.700 millones de euros en 2021, un 11,7% más que en el año anterior, según la CNMC.
Esto no demuestra que el comercio en las tiendas físicas haya terminado, simplemente no será como lo hemos conocido hasta ahora. Los consumidores siguen comprando presencialmente, tal y como muestran los datos del informe Retail 2022 de Adyen y KPMG, que asegura que el 64% de los consumidores de todo el planeta aprecia la posibilidad de tocar, sentir o probar físicamente un producto. Según ese mismo estudio, el 59% se inclina por la compra en una tienda física y, a consecuencia de ello, el 41% de las empresas tiene previsto aumentar su número de espacios tangibles durante el próximo año.
Pero de nada sirven estos datos si no les damos un contexto y si no los utilizamos a favor de impulsar el sector. Tanto el juego como sus reglas han cambiado y el sector debe ser consciente de ello: más de la mitad de los consumidores afirma que es más probable que compre en comercios que integran la tecnología. Este cambio en la experiencia de compra en las tiendas físicas puede suponer un incremento de ventas si cada negocio juega bien sus cartas. La compra presencial tiene muchas ventajas que, por mucho que el eCommerce avance, nunca podrá igualar.
“El futuro de las tiendas físicas pasa por adaptarse a estas nuevas exigencias, creando espacios de experiencia y multifuncionales que muestren productos que finalmente puedas adquirir a través de cualquier canal. Pasaremos de un consumo más compulsivo a un consumo mucho más intencionado”, declara Rafael López, director de Servicios Comerciales de Randstad Outsourcing.
Los datos son información y la información es poder. En una era digital en la que las interacciones son constantes podemos conocer lo que demandan los clientes en todo momento. Para ello, hay herramientas digitales que integran la denominada business intelligence, que ofrece una serie de mecanismos que transforman los datos en información tangible que permite al comercio predecir lo que quiere el cliente y tomar una solución acertada. En este sentido, hay nuevas tecnologías que han transformado la experiencia de cliente del retail.
“En retail nos ayuda a analizar el comportamiento de los clientes y los patrones de compra. También es útil en la medición, seguimiento y predicción de ventas, en el rendimiento de las campañas de marketing, así como en la optimización de procesos y rendimiento operativo”, explica López.
Por otra parte, hay empresas que ofrecen servicios como la gestión del punto de venta para poner en valor los productos y tener la información actualizada, el estímulo de las redes de venta con acciones específicas como las demostraciones o las degustaciones, las activaciones en el punto de venta y el uso de redes comerciales B2B.
Ante un escenario volátil, es necesario contar con las herramientas y los servicios que aporten estabilidad y valor a las tiendas físicas, por lo que la integración de la tecnología será inevitablemente necesaria, sobre todo en los negocios con mayor competitividad y especialización. En este contexto, ya nos planteamos si realmente son las tiendas inteligentes las que definen el futuro del retail.
