La revolución en la que está sumergida la sociedad debido a la continua evolución de la tecnología es indudable y a veces abrumadora. La inteligencia artificial, la robótica, la automatización, etc, han venido para quedarse. Los expertos no se cansan en confirmar y reconfirmar esta tendencia. Sin ir más lejos, el gurú tecnológico y cofundador de Microsoft, Bill Gates, ha hablado claro: «El futuro es la inteligencia artificial».
Por otro lado, aunque estas innovaciones prometen mejorar la eficiencia, la productividad y la calidad de vida en muchos aspectos, también plantean desafíos significativos para millones de personas cuyos puestos laborales están en riesgo.
A medida que los robots se vuelven más sofisticados, es posible que
se reduzca la demanda de mano de obra humana en estas industrias
Tareas repetitivas y rutinarias están siendo asumidas por sistemas automatizados, maquinas robotizadas y algoritmos inteligentes. De hecho, así lo afirma La Vanguardia en un artículo en el que se hace eco de un informe realizado por la consultora GlobalData. Esta compañía prevé que la industria de la robótica de servicios superará los 200 mil millones de dólares en 2030. Esto ha llevado a la preocupación de que una amplia gama de empleos, desde la fabricación hasta el sector de servicios, podría verse desplazada en el corto plazo. A medida que los robots se vuelven más sofisticados y adaptables, es posible que se reduzca la demanda de mano de obra humana en estas industrias.
En este contexto, gobiernos, empresas y la sociedad en su conjunto enfrentan el desafío de encontrar formas de mitigar los efectos negativos de la automatización y la inteligencia artificial en el empleo. La inversión en programas de capacitación y educación para la adquisición de habilidades relevantes es esencial para preparar a los trabajadores para las oportunidades del futuro.
Nuevos empleos asociados a la tecnología
Además de los puestos de trabajo más asentados como los especialistas en programación y desarrollo que son esenciales para continuar avanzando en el campo de la inteligencia artificial, existen una serie de ocupaciones estrechamente vinculadas a la robótica que en la actualidad ni siquiera están siendo consideradas.
Desde roles de controladores hasta operadores y diseñadores con enfoque artístico, forman parte de esta lista. Por otro lado, a pesar de que la IA aún tardará un tiempo en ser capaz de desempeñar las mismas tareas que los seres humanos, muchos empleos en los sectores de servicios y tecnología están evolucionando hacia funciones de supervisión en lugar de enfrentar una desaparición total. Por ejemplo, incluso el chatbot más avanzado todavía requiere de un analista humano que evalúe los matices de una consulta o solicitud por parte de un usuario, en lugar de simplemente proporcionar una respuesta automática. Con esta tendencia tecnológica al alza, a continuación explicaremos algunos de los nuevos empleos recogidos por el portal La Información:
- Científicos especializados en inteligencia artificial: En el ámbito de las aplicaciones biológicas de la IA, empresas están investigando en farmacología utilizando algoritmos en lugar de ensayo y error. Sin embargo, estos algoritmos aún dependen de la base de conocimiento humano y requieren supervisión de científicos en el laboratorio. Además, en la búsqueda de trascender la mente humana a la ‘nube’, científicos y programadores colaboran para lograr avances en la robótica.
- Productores de inteligencia artificial: La IA se convertirá en un producto, lo que generará trabajo para desarrolladores y nuevas oportunidades laborales en su producción y mantenimiento. Se necesitará fabricarla en gran escala, integrarla en hardware y proporcionar servicios de reparación técnica para resolver problemas de programación y hardware.
- Pilotos y diseñadores de drones: Los drones aún no son completamente autónomos, por lo que surge la demanda de pilotos de drones, un empleo en ascenso y bien remunerado. Además, esta industria en crecimiento, presente en áreas como la entrega a domicilio y el transporte, necesita diseñadores para mejorar estructuras y desarrollar soluciones creativas en un sector que ya alberga 3.000 empresas en España.
- Gestores robóticos: Como citamos anteriormente, el futuro podría implicar que el ser humano se convierta en supervisor de robots para tareas más allá de su alcance. Muchos técnicos actuales podrían orientarse hacia la supervisión de IA para asegurar su correcto funcionamiento.
- Servicio de relación cliente-robot: Además, se podría crear un empleo novedoso en la gestión de interacciones entre clientes y robots, especialmente a medida que los robots se introduzcan en espacios físicos. Empresas como Cobalt Robotics ya están anticipándose a esta tendencia, ofreciendo servicios para facilitar la transición de vendedores humanos a robots. En la actualidad, estos gestores recopilan comentarios de los clientes sobre los nuevos trabajadores robóticos, como los guardias de seguridad.
- Etiquetadores de datos: En el proceso continuo de enseñanza de los robots, los humanos aún son esenciales para procesar sus datos. Aunque los últimos modelos pueden reconocer gestos faciales básicos, alguien debe enseñarles primero qué es una cara. Lo mismo ocurre con los coches autónomos: a pesar de contar con avanzados sensores, aún carecen de una IA lo suficientemente desarrollada para ser realmente autónomos.
- Probadores y equipos de seguridad: Un horizonte más distante, en contraste con la realidad inmediata de la IA, es la automatización del transporte. Las gigantes tecnológicas compiten por crear el primer auto completamente autónomo, pero los accidentes persisten. Para monitorear los prototipos en trayectos limitados, como en Silicon Valley, estas compañías ya cuentan con un equipo de probadores y expertos en seguridad. Aunque el transporte autónomo podría tardar al menos una década en materializarse, estas posiciones ofrecen resistencia frente a la competencia de las máquinas y una fuente de ingresos en el proceso.
