Los departamentos de Recursos Humanos se encuentran ante una importante encrucijada en la que deben encontrar el camino correcto que les permita dar con un equipo bien formado y, sobre todo, comprometido en el día a día de la compañía.
En este sentido, el avance y la innovación en técnicas formativas está permitiendo que los empleados adquieran nuevas habilidades de manera más atractiva, generando un vínculo más fuerte con su equipo y, por ende, con la compañía. A nadie se le escapa que la gamificación ha llegado a múltiples instancias de la vida, y el entorno profesional no podía ser menos.
“Básicamente, la gamificación es la incorporación de elementos de juego en contextos no lúdicos y ha demostrado ser especialmente efectiva para la formación y el desarrollo de empleados”, asegura André Ribeiro, senior vice president & partner, ead of Iberia en BTS.
La compañía, que opera en todo el mundo y que está especializada en la transformación y el desarrollo de organizaciones y empresas a través de las personas, sabe de la importancia que tiene aportar valor a los trabajadores a partir de técnicas de innovación que cambien el paradigma impuesto hasta hace unos años. BTS además es una de las compañías pioneras en e uso de este tipo de soluciones. “Nuestro enfoque preferido es el de ‘serious games‘, donde somos de los primeros players a nivel mundial y a través del cual desarrollamos centenares de simulaciones de negocio a medida para clientes por el mundo fuera cada año”, añade.
Dependencia del aula, falta de observación o feedback: claves de la creciente insatisfacción a la que la gamificación da solución
La gamificación es la respuesta a una creciente insatisfacción sobre los métodos tradicionales de capacitación de los empleados. De hecho, Según un estudio de Harvard Business Review, el 75% de los directivos no estaban satisfechos con los resultados de sus iniciativas de desarrollo y aprendizaje. Para Ribeiro, “esto se debe a la excesiva dependencia de la formación en aula y la falta de prácticas conductuales en el trabajo. Además de no reconocer la importancia de aprender observando a los compañeros de mejor rendimiento; por no hablar de la carencia de feedback relevante”.
Sobre este escenario, nada halagüeño sobre la formación, el sector tuvo que buscar nuevos enfoques que permitieran desarrollar programas de formación verdaderamente útiles pero, sobre todo, que reclamaran y consiguieran la atención de los empleados. Uno de los principales hándicaps en la formación tradicional era la nula personalización y el escaso compromiso a la horade llevarlo a cabo.
En cambio, la gamificación llegó como una solución a estos grandes desafíos, aportando un carácter más interesante, atractivo y retador para unos empleados que cada vez demandan más formación.
“Las experiencias basadas en simulaciones tienen un impacto profundo en el desarrollo de habilidades críticas y en la colaboración dentro de los equipos”, destaca el Senior Vice President & Partner, Head of Iberia de BTS, quien explica las distintas razones por las que impactan en el empleado las técnicas de formación gamificada.
“En primer lugar, ofrecen un entorno seguro donde los empleados pueden practicar y perfeccionar habilidades esenciales sin el riesgo de cometer errores de alto impacto en el mundo real. Además, proporcionan un contexto donde los empleados pueden resolver problemas complejos que reflejan situaciones laborales reales; mejorando sus habilidades técnicas y desarrollando una mayor confianza en sus capacidades”.
Por otro lado, André Ribeiro señal ala importancia del carácter inmersivo de estas técnicas a la hora de reforzar el trabajo en equipo y la confianza en los compañeros. “En términos de colaboración, fomentan un entorno de trabajo en equipo. Al encontrarnos en un entorno simulado, los empleados pueden experimentar de primera mano cómo sus decisiones y acciones afectan a sus compañeros y al resultado final del proyecto”, destaca.
Incluso, la estrategia de gamificación da un valor incalculable en otro de los aspectos más importantes, por no decir el que más, en el seno de una organización: la estrategia. Para el directivo de la consultora, el uso de esta técnica “anticipa desafíos, planifica de manera más efectiva y adapta con mayor facilidad a nuevas circunstancias. Son excelentes vehículos que podemos diseñar a medida para impulsar la implementación de planes estratégicos o nuevos modelos de negocio”.
Mejoras directas en la facturación y la confianza de los equipos
El uso de esta práctica gamificada no es algo que mejore valores intangibles del día a día, sino que tienen una repercusión directa en aspectos clave del negocio como las ventas o la facturación.
Este es el caso de dos compañías con las que trabajó BTS y que consiguieron mejorar sus resultados. La primera, una institución financiera de carácter internacional implementó estas técnicas para mejorar la formación de más de 1.300 ejecutivos y directores. Como resultado, la organización experimentó un aumento de beneficios de 100 millones de dólares y los participantes lograron un 15% más de beneficios en comparación con aquellos que no, aumentando el número de productos vendidos por cliente entre un 50% y un 60%.
Por otro lado, también colaboraron con una organización global de software que permitió practicar la transformación empresarial a través de sus equipos, aumentando la confianza del 28% al 52% y logrando mejoras en los beneficios por un valor de 45 millones de euros.
“Las simulaciones y otros enfoques gamificados han demostrado ser herramientas efectivas para alinear estrategias, mejorar la cohesión de los equipos, y aumentar la motivación y el compromiso; conduciendo, por ende, a un aumento en la productividad y en los resultados financieros”, concluye André Ribeiro.