Las iniciativas de transformación digital se están implantando en las organizaciones a un ritmo acelerado. Según un informa de la consultora BTS, más del 84 por ciento de estas iniciativas fracasan porque no tienen en cuenta que la transformación digital es un proceso fundamentalmente humano.
El éxito de estos procesos depende de las personas que estén involucradas en ellos. No solo es escoger la tecnología adecuada, sino asegurar que las personas sepan cómo aprovecharla para añadir valor. Porque la tecnología es un medio para llegar a un fin, por lo tanto sería conveniente contar con la figura de un líder digital.
El informe muestra que un 54% de las razones por las que las empresas fracasan ante la transformación digital, se deben a la estructura y organización interna que no está preparada; seguido por un 52 por ciento de resistencia al cambio.
Claves para ser un buen líder digital
Un líder digital es la figura clave para poder realizar esta transformación. Debe contar con algunas habilidades que deben ser desarrolladas y perfeccionadas por toda la organización.
El líder debe ser capaz de detectar y entender tendencias, comprender su potencial impacto en el negocio y sacar conclusiones que les ayuden a definir acciones concretas que puedan ejecutar hoy y les permitan estar preparados para el futuro.
Debe también, involucrar a toda la empresa para que el cliente se encuentre en el centro de las interacciones y decisiones empresariales. Ya que las expectativas de los clientes son muy altas y están cada vez más acostumbrados a recibir una experiencia excelente.
Una tercera clave es tener un pensamiento lateral y divergente. Muchos líderes descartan nuevas ideas. El pensamiento lateral y la divergencia pueden usarse para replantear retos y problemas, explorando una gran cantidad de posibles soluciones.
Diversidad y la colaboración
Algunos estudios científicos demuestran que un grupo diverso de personas es más productivo, que un grupo homogéneo de expertos a la hora de enfrentarse a ciertas situaciones, como es la búsqueda de soluciones a un problema nuevo y complejo. Esta razón puede ser una forma de que las empresas organicen su capital humano a la hora de innovar, mejorar y reinventar su negocio.
También, debe saber incrementar la velocidad de experimentación. Las personas y equipos deben realizar experimentos disciplinados e incrementar así su velocidad de aprendizaje, gracias a la puesta en práctica de una serie de principios, procesos y herramientas que les permitan testear rápido y barato.
Finalmente el conocimiento digital, que no implica que el líder deba ser un experto programador, sino que debe entender las implicaciones de las tecnologías digitales en el negocio actual y futuro, y así la tecnología se convertirá en la llave para añadir valor, alcanzar objetivos y reinventar el negocio.