Desde que nos acostumbramos a pagar con tarjeta durante la pandemia, el uso del dinero en efectivo es cada vez menor. Si ya había una tendencia cada vez mayor de pagar con la tarjeta de crédito o el teléfono móvil, sobre todo entre los jóvenes, la pandemia fue el golpe definitivo sobre la mesa. Una de las consecuencias de este escenario es que dejar una propina se ha convertido en una acción que se ve con menor frecuencia en los restaurantes.
Es raro que un cliente redondee al alza a la hora de pagar con tarjeta para dejar una propina, lo cual es normal porque no existe esa cultura ni es un escenario en el que solamos pensar. Por este motivo, para que la hostelería no pierda una parte intrínseca del sector, en los tres restaurantes Labarra de Barcelona se ha puesto en marcha un sistema novedoso en España para que los clientes puedan dejar la propina que consideren adecuada al pagar con la tarjeta de crédito.
Tal y como explica El Correo, en dichos establecimientos aparece en el ticket un nuevo concepto en el que aparece la propina sugerida cuando se entrega la cuenta en la mesa. Los clientes tienen tres opciones: la primera es no pagar nada, dejar un 5% o 10% en función del servicio recibido. Esos porcentajes van acompañados del importe total que supone la factura final. Gracias a este sistema, es posible ver el dinero que va destinado a los trabajadores del local.
Este método tan novedoso en España se puso en marcha en dos de los tres locales de Labarra el pasado mes de agosto. La medida fue tan bien recibida por los comensales que se implantó también en el tercer establecimiento. «Los extras obtenidos para los trabajadores se han multiplicado por tres», explica Carolina Méndez, una de las encargadas. Aunque siempre hay gente al que «no le parece bien» este sistema, de ahí la opción de no dejar nada.
El restaurante explica que las propinas «van directamente a las nóminas», tal y como indican los tickets que entregan. «El 100% de la propina va destinada a camareros y cocineros», afirman. Este sistema también puede medir la satisfacción de los clientes por el servicio recibido, por lo que a ese nivel puede aportar más información al negocio. En Estados Unidos, por ejemplo, ya utilizaban este sistema en los restaurantes al incluir las opciones para dejar propina en el propio datáfono.
Para contextualizar cómo funciona el sistema de propinas los restaurantes de toda Europa y qué supone la instalación de este nuevo sistema, El Correo ha elaborado una lista de cual es la situación en el resto de países europeos:
- Alemania. Lo habitual es dejar entre un 5% y un 10% de propina. A veces, al pagar con tarjeta el camarero te extiende el datáfono para que tú mismo incluyas la propina que quieres dar.
- Austria. En Austria la propina es opcional, aunque suele dejarse entre un 10% y un 15%.
- Dinamarca. En la factura de los servicios como el de los bares o restaurantes se incluye una ‘tasa de servicio’, que es equivalente a la propina y que suele ser de en torno al 10 %.
- Francia. Al igual que en Dinamarca, en la factura de bares, restaurantes y cafeterías suele incluirse un ‘service compris’, una tasa de servicio, sobre el 15% de la cuenta.
- Finlandia. En Finlandia no es habitual dar propina ya que esta suele incluirse en la factura del servicio.
- Italia: En Italia la propina no es obligatoria. En restaurantes por lo general se paga ‘el coperto’ un valor fijo por persona que puede variar según el restaurante desde 1 a 4 euros.
- Noruega: En Noruega también suele incluirse un cargo por servicio a la factura, por lo que no se espera que el cliente de propina, pero sí que es posible que se redondee la cuenta y se deje algo más sin querer recibir el cambio.
- Reino Unido: En muchos establecimientos suele incluirse la tasa de servicio de en torno al 10%.
- Suecia: En Suecia pasa lo mismo que en Noruega. Suele incluirse un cargo por servicio a la factura, por lo que no se espera que el cliente de propina, pero sí que es posible que se redondee la cuenta y se deje algo más sin querer recibir el cambio.
- Suiza: En Suiza se incluye también la tasa de servicio en la factura. Sin embargo, está bien visto redondear el precio al próximo número entero o al importe que se crea conveniente.
Al igual que otros sectores, la hostelería se adapta a los nuevos tiempos y a los cambios digitales. En este escenario en el que ofrecer una buena experiencia al cliente, cabe destacar otros modelos como el Karen’s Dinner: el restaurante donde insultan a los clientes.