El documento establece un plan para acelerar la adopción de la IA en la economía del Reino Unido, con un enfoque en la inversión en habilidades y la creación de un entorno empresarial favorable.
«El Reino Unido está en una posición privilegiada para dar forma al futuro de la inteligencia artificial y estamos comprometidos a garantizar que lo hagamos de una manera que beneficie a todos en la sociedad», ha declarado el secretario de Estado de Negocios, Energía y Estrategia Industrial, Kwasi Kwarteng.
La política del Reino Unido contrasta con la de Italia, que recientemente prohibió el uso de ChatGPT en el país, citando sobre todo razones y preocupaciones relacionadas con la amenaza que representa el chat para la ciberseguridad. En cambio, el gobierno del Reino Unido ve a la IA como una herramienta clave para impulsar la innovación y el crecimiento económico, al tiempo que aborda los desafíos éticos y sociales que surgen de su uso.
«La inteligencia artificial tiene el potencial de transformar nuestro mundo de maneras que antes eran inimaginables, y nuestra estrategia pone a las personas en el centro de ese futuro», ha dicho el ministro británico de Digital, Cultura, Medios y Deportes, Oliver Dowden.
Entre los aspectos más destacados del libro blanco se encuentra un compromiso para establecer un centro nacional de IA, así como un conjunto de principios éticos y legales para su uso. También se describen los planes para invertir en investigación y desarrollo de IA, mejorar la educación y capacitación en habilidades de IA, y fomentar la colaboración entre el gobierno, la industria y la academia.
«Queremos que el Reino Unido sea el mejor lugar del mundo para desarrollar y desplegar IA. Estamos estableciendo el marco para su uso responsable y ético, que beneficiará a empresas y ciudadanos por igual», dijo Dowden.
Los 5 principios que regirán la IA en UK
El libro blanco describe 5 principios claros que los reguladores deben considerar para facilitar de mejor manera el uso seguro e innovador de la inteligencia artificial en las industrias que supervisan. Los principios son:
- Seguridad, protección y solidez: las aplicaciones de IA deben funcionar de manera segura, protegida y sólida, donde los riesgos sean cuidadosamente gestionados.
- Transparencia y explicabilidad: las organizaciones que desarrollan e implementan la IA deben ser capaces de comunicar cuándo y cómo se utiliza, y explicar el proceso de toma de decisiones de un sistema en un nivel de detalle apropiado que coincida con los riesgos que plantea el uso de la IA.
- Equidad: la IA debe ser utilizada de manera que cumpla con las leyes existentes del Reino Unido, por ejemplo, la Ley de Igualdad de 2010 o el UK GDPR, y no debe discriminar a individuos o crear resultados comerciales injustos.
- Responsabilidad y gobernanza: se necesitan medidas para garantizar una supervisión adecuada del uso de la IA y una responsabilidad clara por los resultados.
- Impugnabilidad y reparación: las personas deben tener rutas claras para impugnar los resultados o decisiones dañinos generados por la IA.
Este enfoque significará que las reglas del Reino Unido puedan adaptarse a medida que esta tecnología de rápido movimiento se desarrolle, asegurando protecciones para el público sin frenar a las empresas en el uso de la tecnología de IA para ofrecer un crecimiento económico más fuerte, mejores trabajos y nuevos descubrimientos audaces que mejoren radicalmente la vida de las personas.
Durante los próximos 12 meses, los reguladores emitirán orientación práctica a las organizaciones, así como otras herramientas y recursos como plantillas de evaluación de riesgos, para establecer cómo implementar estos principios en sus sectores. Cuando el tiempo parlamentario lo permita, se podría introducir legislación para garantizar que los reguladores consideren los principios de manera consistente.
En contraste con la política italiana, el enfoque del Reino Unido se centra en encontrar un equilibrio entre la innovación y la seguridad, para que la tecnología de IA pueda seguir desarrollándose y brindando beneficios mientras se protege al público y se aborda el uso ético y responsable de esta tecnología.
Y en España… ¿qué?
La postura británica se acerca a la que en 2020 desveló España y su Ministerio de Asuntos Económicos con la presentación de su Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial, que figura en la Agenda España Digital 2026, núcleo del eje digital del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
En un reciente encuentro entre la ministra de Economía, Nadia Calviño, la secretaria de Estado de Digitalización, Carme Artigas, y el Consejo Asesor en IA, Calviño destacó los principales avances que se están dando en el país en el marco del desarrollo de la IA, citando entre otros la creación de Quantum Spain, la adjudicación del primer ordenador cuántico en el sur de Europa o la creación del Centro Nacional de Neurotecnología Spain Neurotech.
La implementación del PERTE de la Nueva Economía de la Lengua para que la IA pueda pensar en español y las lenguas cooficiales o el programa RETECH basado en la IA para la innovación en el sector turístico son solo dos ejemplos más de avances estatales en una tecnología que aún no conoce techo y seguirá desatando opiniones polarizadas.
