Cada vez más facetas de nuestra vida están atravesadas por la tecnología y nuestro país se ha convertido en un verdadero exponente de esta realidad digital.
La llegada del 5G, la irrupción de la inteligencia artificial en el hogar, el debate sobre el uso y propiedad de los datos y la irrupción de las fake news suponen importantes cambios que dibujan un escenario a medio y largo plazo en el que la hiperconectividad está transformando nuestra vida.
Todos estos factores de cambio hacen necesario tomar ya una responsabilidad ética firme y bien definida, para que la tecnología avance para facilitarnos la vida, sin perder la conexión con la verdad, la privacidad y el factor humano.
La sociedad digital
Según el informe La Sociedad Digital en España 2018 que edita la Fundación Telefónica, España ya cuenta con una red de ciudades inteligentes, entre ellas Barcelona, que acaba de ser elegida, junto a Singapur y Londres, como una de las ciudades más inteligentes del mundo.
Además, han comenzado a aparecer en las fábricas españolas los cobots: robots que colaboran con los empleados. Estos comparten espacio y llegan para mejorar las condiciones laborales de las personas, como el riesgo de sufrir lesiones o tener que llevar a cabo tareas repetitivas. Hasta el más optimista de los empleados podrá pensar en el riesgo que corre su puesto de trabajo en este sentido, pero según algunos estudios que han analizado este asunto, aunque evidentemente es algo que les preocupa, la mayoría de los empleados se sienten preparados para afrontar estos cambios.
Seguridad y fake news
Las noticias falsas o fake news también siguieron siendo protagonistas en 2018. Las nuevas tecnologías han adquirido una capacidad de propagación y un impacto viral impensable hace unos años y que afecta a diversos ámbitos, incluido el desarrollo de las elecciones en países democráticos. A esta preocupación se une la de la privacidad de los datos, por la que en mayo de 2018 entró en vigor la nueva normativa de protección.
Generación mute
Otros datos muy interesantes que se sacan del informe, son los relacionados con el uso de las aplicaciones de mensajería instantánea en España, siendo esta la primera opción de comunicación. De hecho, el uso diario de la mensajería instantánea casi duplica al de llamadas por móvil y fijo, y un 60% de la población envía mensajes instantáneos varias veces al día, mientras que un 24% llama por móvil y solo un 12% por el fijo.
En 2018, el 96,8% de los jóvenes españoles entre 14 y 24 años utilizó el WhatsApp como canal preferente para comunicarse con familiares y amigos, la denominada como generación mute. Aunque la realidad es que casi toda la población española (95,1%) la mensajería instantánea es el canal preferido para comunicarse.