Majorel nace en 2019 con una alianza estratégica entre Bertelsmann y el grupo
Saham constituyendo así una compañía que aúna talento humano, tecnología
avanzada y presencia global, con foco en la excelencia y en la satisfacción del
consumidor.
Majorel cuenta a nivel global con más de 82.000 empleados en 44 países y presta servicios en 60 idiomas. Es la empresa líder en Europa, Oriente Próximo y África, con una fuerte implantación en Asia y América. En la región compuesta por España, Portugal, Italia, Croacia, Colombia y Perú cuenta con más de 12.000 profesionales distribuidos en 18 plataformas.
Estrategias para mantener el liderazgo en el mercado
Majorel continúa su andadura para mantener su liderazgo en el mercado de la experiencia de cliente, ampliando competencias digitales y diversidad lingüística, como así lo avala Frost & Sullivan en su informe Frost Radar 2021: European CX Outsourcing Services, en el que califica a Majorel como uno de los tres principales proveedores de CX en el mercado europeo.
Las recientes adquisiciones de las compañías Findasense e IST Networks, aportan; la primera una cartera de servicios de transformación de CX, tecnología y diseño creativo y la segunda una mejora en la red de colaboración con los líderes mundiales en tecnología. Con las aperturas de dos nuevas sedes en Colombia y Perú, se pone de manifiesto que el mercado Latinoamericano sigue constituyendo una región estratégica para la compañía.
La era digital abre un nuevo camino de la CX
Para dar respuesta a las expectativas del consumidor digital, Majorel cuenta con un completo abanico de soluciones y tecnologías que le permiten atender las necesidades del cliente digital y ofrecerle una experiencia ágil, completa y satisfactoria. Utilizando en el diseño de los itinerarios del cliente, el principio ‘Digital First’, despliega herramientas y capacidades digitales como base de la interacción y de la experiencia satisfactoria del cliente, y de forma complementaria habilita la intervención humana para aquellos procesos o situaciones complejas o relevantes en los que la aportación de valor de un interlocutor humano es fundamental para proporcionar una experiencia cliente satisfactoria.
Estas capacidades digitales se diseñan sobre la base de dos principios: la integración entre ellas para permitir el salto de un canal a otro de una forma fluida y el almacenamiento de los datos de cada canal en un repositorio de conocimiento común que permita, desde el análisis de datos, aportar una atención personalizada del cliente.