La automatización de las tareas tal y como la conocemos a día de hoy ha sido una práctica que se ha perseguido desde los comienzos de la Revolución Industrial. Su evolución, en auge hoy en día, se ha dirigido hacia una automatización más inteligente, en la que la intervención humana más básica se hace prescindible. Sin embargo, actualmente, las personas siguen siendo una pieza clave en la automatización.
Algunos teóricos comienzan a denominar a esta nueva sociedad, basada en las tecnologías de la información, la robotización y la ciberseguridad, la “Cuarta Revolución Industrial”. Si extrapolamos esta tendencia al mercado, el 90% de los altos directivos encuestados por IBM aseguran que han comenzado a implantar automatización inteligente en sus procesos, siendo las más populares las plataformas de gestión de procesos empresariales y la automatización robótica de procesos (RPA).
Pero estas cifras para nada suscriben un mercado ya automatizado y robotizado. Detrás de la implantación de este tipo de herramientas viene una transformación de procesos que requieren el esfuerzo de todo el equipo. Por lo tanto, antes de comenzar a automatizar cualquier proceso dentro de un departamento, es vital seguir un orden y estructura, que en el artículo “The imperatives for automation success”, McKinsey resume en:
- Identificar y centrarse en los procesos de compañía más críticos.
- Invertir en personas y nuevas formas de trabajar.
- Fomentar la colaboración cross-funcional.
Ventajas e inconvenientes
¿Cuál es uno de los primeros impedimentos que esgrimen los directivos a la hora de automatizar?
Los costes. La tecnología punta conlleva un desembolso tanto en herramientas, como en desarrollo y fuerza laboral. Por ello, es necesario tener muy claro qué es necesario automatizar y centrar tus esfuerzos en ello.
Pero el coste es inversión. En líneas generales, la automatización inteligente va a permitir, una vez implantada y funcionando, reducir los costes operativos, así como aumentar la productividad y disminuir la probabilidad de error. Esto se traduce en un aumento de los márgenes de beneficio.
Otro aspecto a tener en cuenta en la implantación de este tipo de tecnología es su implicación en la contaminación del medio ambiente y el cumplimiento con los planes ambientales. Milton Guerry, presidente de IFR (International Federation of Robotics), cuenta con la automatización robótica como una alternativa más agradable con el medio ambiente por tres razones principales, tal y como asegura:
- Los robots son cruciales para la producción rentable de tecnología verde, por ejemplo, paneles solares y baterías para vehículos eléctricos.
- En segundo lugar, la producción robótica reduce los errores de producción, lo que disminuye la huella de carbono.
- En tercer lugar, los fabricantes de robots desempeñan un papel crucial en la reducción del consumo total de energía de los sistemas de producción mediante el diseño de unidades y herramientas eficientes desde el punto de vista energético
Pero definitivamente, el aspecto principal al que debemos prestar atención cuando nos enfrentamos a un proceso de automatización en la compañía son las personas. De hecho, el componente humano y la digitalización van de la mano constantemente.
Impacto en el empleo
Cuando hablamos de automatizar tareas básicas y repetitivas, es posible que conlleve la pérdida de personas que realizaban este tipo de empleos anteriormente, o que al menos disminuya debido a un aumento de la eficiencia.
Precisamente, estas son las tareas más automatizables, ya que cuentan con una carga transaccional mayor, como por ejemplo el backoffice de la gestión de recursos financieros. Como dato, la IA creará en China 90 millones de empleos más de los que sustituirán.
Pero el conjunto va más allá: “El impulso no consiste necesariamente en sustituir a las personas, sino en transformar el trabajo que realizan y en crear nuevas formas de trabajar”. Como expone IBM, se trata de una transformación de los empleos y de las formas de trabajar.
Mientras que las tareas más repetitivas pueden salvarse con una automatización básica, una automatización inteligente precisa, sin embargo, de personas con nuevas cualidades. Estos puestos, además de ejercer las funciones de creación y supervisión de la herramienta, tienden a ser más estratégicos y de valor.
Esta necesidad ha comenzado a ponerse de manifiesto en las grandes compañías, encontrándose con las personas como el reto principal a la hora de automatizar algún proceso. Eso es precisamente lo que manifiestan los directivos encuestados por IBM, de los que se pueden extraer las siguientes conclusiones:
- La organización necesita desarrollar nuevas capacidades para poder implementar tecnologías de inteligencia artificial.
- Se define la “capacitación de los empleados y desarrollo de sus capacidades” como factores claves en el éxito al automatizar procesos.
- “La mayoría de los directivos admite que actualmente no cuentan con el talento necesario para desarrollar funciones de IA”.
Por lo tanto, es de vital importancia, llegando incluso a ser el punto principal, una adecuada gestión del talento digital y los recursos humanos antes, durante y después de automatizar. Necesitaremos entonces trabajar en el plan de comunicación en toda la organización, plantear planes de automatización en los que la fuerza humana siga manteniéndose durante todo el circuito (bien para supervisar o bien como fuente de aprendizaje para la IA) y en especial, suplir el déficit de formación que pueden sufrir en este campo los empleados de la compañía.
Es en este último punto en el que, como sociedad en general e individuos en particular, debemos ir poniendo foco. Ignacio G.R. Gavilán, profesor del próximo programa de Workshops de Covisian Academy junto con EOI como partner académico “BPO ¿Automatizar? ¿Cómo? ¿cuándo? y ¿por qué?”, nos avanza que “es muy importante adaptar a las personas y las plantillas a estos nuevos entornos, tanto como al uso específico de las tecnologías como a la cultura que hay detrás”, identificando esto como una de las causas principales por las que las compañías cada vez están invirtiendo más en programas de reskilling de sus equipos. Entonces, ¿qué pueden hacer las compañías para adaptar sus perfiles? Ignacio G.R. Gavilán lo tiene claro: “formación, formación y formación”.
Se debe trabajar entonces en adquirir y mantener esas capacidades para poder afrontar el futuro automatizado que tiende a homogeneizarse en todas las compañías, lo que dará paso a que, como recoge Deloitte en su artículo “Rediseñando el futuro del trabajo”, “las ventajas competitivas generadas por la automatización vayan desapareciendo por efecto de su propia asunción, produciéndose un efecto de “comoditización” de estas. Esto provoca que la diferenciación entre ellas resida en el factor humano”.
¿Por dónde empezar?
Como habíamos adelantado al comienzo del artículo, el primer paso consiste en analizar los procesos de tu compañía e identificar aquellos que son críticos.
Es precisamente este ejercicio de Design Thinking el primer módulo del programa “BPO ¿Automatizar? ¿Cómo? ¿cuándo? y ¿por qué?” de Covisian Academy con EOI como partner académico. Los alumnos, principales responsables de grandes compañías de España y Latinoamérica, desarrollarán en esta sesión un análisis para concretar y priorizar las necesidades de su compañía, con el apoyo de profesionales en el sector.
Una vez identificados los procesos a automatizar, debemos centrarnos en el “cómo”. Para ello, los dos siguientes Workshops del programa ofrecen una panorámica del mercado de la inteligencia artificial y la Automatización Robótica de Procesos (RPA), sus capacidades y aplicabilidades dentro de tu empresa. Para finalizar, el último día consistirá en una sesión de rediseño de los procesos de la compañía.
En definitiva, siguiendo este orden con adecuación y asentando muy bien las bases de identificación de las necesidades, el proceso de automatización no debe ser un instrumento de tortura para tí o tu compañía.
El futuro
A pesar de que todavía nos encontramos en los primeros pasos hacia esta transformación automatizada de los procesos y las compañías, existen factores clave en los que poner foco, que determinarán las tendencias de este mercado según el estudio de Fundación Telefónica:
- Mayor valor de cualidades analíticas, programación y decisión.
- El componente humano demandará capacidades más tecnificadas y especializadas, y se favorecerá la innovación, la flexibilidad y la movilidad de recursos.
- La toma de micro decisiones basadas en la intuición y experiencia se convertirá en el elemento diferenciador entre organizaciones.
- Se tenderá a conceder más valor al resultado del trabajo que a la cantidad de horas dedicadas, situando a los empleados como centro de las organizaciones y elementos generadores de la diferenciación.
Por lo tanto, el futuro de la automatización, reside en las personas. Ahora que tenemos una perspectiva más amplia de esta transformación, comienza la carrera de preparación.